lunes, septiembre 12, 2005

La crítica (II)

Ya está otra vez aquí y parece que no se da por vencido.

Muchos pensamos que después del fiasco que supuso Todos contra Zron PPProductions se replantearía completamente el negocio. La buena noticia es que lo ha hecho, la mala es que la senda que ha tomado resulta una huida hacia delante que no lleva a ninguna parte.

Pero vayamos al grano. Si en Todos contra Zron ya tuvimos que sufrir un argumento tan complejo que era imposible de seguir, unos personajes que se parecían como gotas agua y un estilo pedante e indefinido, podemos decir sin lugar a dudas que La Luz de las Tinieblas no corrige estos fallos. Es más, ahonda en ellos y nos brinda nuevas posibilidades al tedio y al desconcierto.

De entrada la historia abruma. Se han pasado de la raya. Plantear la obra alrededor de un agujero negro no es precisamente el mejor modo de que el lector se entere de qué está pasando. Menos aún si unos alardes de imaginación tan extravagantes como innecesarios hacen que no se entienda ni el entorno ni los personajes. Sencillamente, se pide al lector que vea lo imposible.

Los protagonistas son grises, flojos y previsibles. Las tensiones familiares entre ellos son facilonas. La ausencia de un "bueno" y un "malo" definibles termina por hundir la obra, pero es que casi todos los personajes son así y uno termina aborreciendo a Kum por terrorista, a Fray por asesino, a Newtein por genocida, a Bálase por indecente, a Syriam por engreída y a Guirla por aprovechado. Y, sin personajes con los que identificarse, el lector se aparta de una historia que nunca fue concebida para él.

Por si fuera poco, la novela abunda en violencia sin propósito. Aquí muere hasta el apuntador y el lector sólo obtiene unos balbuceos filosóficos para justificar tanto salvajismo. Eso por no comentar la opresiva y desesperada ambientación, capaz de acabar con la moral del más aguerrido.

Por último, y ya que les preocupa tanto conseguir entrar en el mercado editorial, parece que La Luz de las Tinieblas es el peor modo de conseguirlo.

Para ser justos, no todo es malo en La Luz de las Tinieblas. Al menos esta vez han tenido la decencia de no dejar el camino abierto a una continuación.

En definitiva, La Luz de las Tinieblas no va a pasar a los anales de la historia. Es más, merece el mismo destino que las otras obras de este autor: la papelera.

Ler Syskr

miércoles, septiembre 07, 2005

La crítica (I)

PPProductions lo ha vuelto a conseguir. Siguiendo la ascendente línea que nos ha dejado hasta el momento Alerta 2, Misión Centauri, El regalo de Perseus y Todos contra Zron nos llega su última obra La Luz de las Tinieblas.

Por supuesto, la obra no se encuentra aún terminada, pero se ha perfilado perfectamente y queda muy claro qué se debe retocar antes de la presentación pública. Y lo que hay escrito es más que suficiente para darse cuenta de que es (será) una maravilla.

Lo que más sorprende de La Luz de las Tinieblas es su ambientación. Lleva su imaginación hasta más allá de lo que nos había acostumbrado y la sitúa en torno a un agujero negro, con unos nativos extraños y complejos al más puro estilo de Ursula K. Le Guin, una historia tensa, emotiva y llena de paralelismos con nuestro mundo.

Son estos extraños paralelismos los que hacen que la historia rebose sentido en una sociedad tan extraña como la acretora. A estas alturas todavía no sé si la historia trata sobre la ciencia, sobre el amor, sobre la guerra, sobre el racismo, sobre el machismo, sobre los cánones estéticos, sobre el terrorismo o sobre tabúes sexuales... Tal vez trate (y esa sea la gracia) sobre todo eso.

El argumento de la obra no deja de sorprender por su sencillez: una civilización que lucha por sobrevivir en un ambiente cambiante y hostil y un científico que encuentra la solución para evitarlo. Parece un guión de película mala de ciencia-ficción de los años 50, pero su sencillez es necesaria para mantener una tensión constante en una trama y unos personajes complejos.

Es difícil ver las influencias en las que se ha basado para plantear la historia, pero podemos mencionar a la ya citada Ursula K. Le Guin (la fuga recuerda bastante a El nombre del mundo es bosque), Isaac Asimov (los tres sexos parecen sacados de Los propios dioses) y Larry Niven (Los árboles integrales).

Los personajes no tienen desperdicio, empezando por los dos coprotagonistas: Guirla y Bálase. No se pierdan los secundarios, empezando por Tom el molinero (el entrañable líder de su pueblo), siguiendo por Fray (un adorable contrabandista de escasos escrúpulos) y las sacerdotisas de tinieblas. A destacar también Pécuc, Newtein, Kum... Todos ellos francamente originales.

La obra emana filosofía y religión por todas partes. No es casualidad que no se planteen las cosas en términos de "bien" y "mal", sino de unos extraños conceptos como el Continuo, la Espiral y la Lucha. Lo más sorprendente es que sean tan obvios y tan esquivos. Y no sólo eso, sino que la moralidad de estos seres resulta a veces tan contradictoria que uno de puede dejar de pensar que, en efecto, se trata de personas y sociedades reales.

En definitiva, esperamos con ansia a que nos llegue la versión KK.


Lon Abirisain